Iba mar a dentro, ilusionada por un nuevo viaje, como un velero recién fondeado en el mar......
Sabía que por delante tenía un largo camino, que habría días con mar en calma, con maravillosos amaneceres junto a ti, brisas maravillosas que aliviaran el calor sofocante........
Nos lanzamos juntos a la aventura, recuerdo la ilusión de enfrentarme a lo desconocido, prácticamente sin saber que nos deparaba el futuro, pero segura ya que mis miedos navegaban junto a ti....
Recuerdo anocheceres de calma, de sosiego, de simplemente dejarte llevar por lo que te pedía el corazón, sentirte como cuando posas tu mano en el mar mientras el velero sigue avanzando, el agua roza tus dedos, dejándote sentir el frío de forma suave y ligera, entonces sientes que él te abraza con fuerza, como diciendo "tranquila!!!! sigo aquí".... y entonces introduces la mano aún más en el agua, para poder sentirla sin suposiciones.
Los días pasan y la confianza aumenta, cada vez estás más segura de navegar, conoces mejor los entresijos del velero, empiezas a dejar de sentirte polizón para creerte primera de abordo.
Con el tiempo te das cuenta de que el simple roce del agua en tus manos en una noche calmada, se convierte en un oleaje aterrador. Aprendiendo que si no te agarras tu sola con fuerza acabará engulléndote sin piedad.
A la mañana siguiente mientras analizas con más tranquilidad los desperfectos, empiezas a mirarle sintiendo que cada vez se aleja más de ti....... dejándote la cruel decisión de bajar del velero, aceptar tu derrota y pensar.......... subí siendo polizón de un velero y me marcho siendo la capitana de mi vida........
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